Círculos muy cercanos a la Casa Rosada comentaron en una
reunión preparatoria de aquella en la que la Presidente Cristina Fernández
recibió a los representantes de la Iglesia Católica luego de la crítica de los
obispos sobre el estado de violencia que se abate sobre la Argentina, que hubo “llanto
y rechinar de dientes” de la Mandataria cuando el Estado Vaticano confirmó la
presencia del Papa Francisco en este país, y más propiamente en la Provincia de
Tucumán, en el año 2016.
El 26 de octubre del año pasado de 2013, el Papa Francisco
hizo saber que haría un viaje a la Argentina “Ma non prima del 2016”, recuerda el diario digital “chiesa.espresso.repubblica.it”,
mientras se pregunta asimismo: “Perché
così tardi?”, es decir, ¿por qué tres años después de haber sido elegido
Pontífice?.
Para explicar esta situación, el mismo Sitio dice que si
bien falta una explicación oficial del Vaticano, no deja sin embargo de notarse
una coincidencia; para el año 2016 la Administración de Cristina Fernández de
Kirchner será un recuerdo.
Para el Papa un mal recuerdo, sin duda, ya que durante su
gestión como Arzobispo de Buenos Aires pidió audiencia para reunirse con los “K”
por lo menos catorce veces, y a pesar de separarlos unos cien metros de
distancia, no sólo jamás lo recibieron, sino que rompieron con la inveterada
tradición de que el Presidente de la Nación asista al solemne “Te Deum” del 25
de Mayo.
Pero sí pudo Cristina Fernández cruzar el Atlántico varias veces
para verlo y fotografiarse junto al ahora Papa Francisco.
Un allegado a la Curia Metropolitana dejó entrever que el
giro en la política anti religiosa de los “K” no pasó desapercibida para la
jerarquía católica que además observó con desagrado cómo esas fotos fueron
utilizadas para hacer política “de la más barata”, según calificó la misma fuente,
en afiches y vehículos ploteados con la imagen de la Presidente Cristina junto
al Papa.
En los corrillos de “La Rosada”, aspiraban a que los viajes
de Cristina al Vaticano pudieran lograr el milagro de que Francisco volviera a
su tierra durante el año 2015, donde esas mismas fotos juntos pero en Argentina
y en tiempo eleccionario tendrían un efecto importante.
Pensar que tal idea pudiera ser posible fue una ingenuidad,
sin duda, pues la diplomacia vaticana para eso tiene 2000 años de barajar
príncipes, reyes, presidentes –incluso Papas-, como para caer en una trampa
semejante.
La decepción que corrió luego de que Francisco confirmara su
visita para el 2016, cuando se cumplan 200 años de la Declaración de la
Independencia y se celebre en la Provincia de Tucumán el Congreso Eucarístico
Nacional, fue proverbial.
Con silencio, con sonrisas y entre mates y libros, el Papa
Francisco devolvió los desaires que los Kirchner le hicieron al Arzobispo Jorge
Mario Bergoglio.-
Ernesto Bisceglia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario